Verbo Cachanilla "NOTICIAS"

Por: Enrique Medina

Carlos Slim ya no se anuncia en Televisa ni en TV Azteca. Compra primeras planas de diarios impresos y banners en sitios de internet populares. Quiere una tajada de Televisión. Ya empezó con su plato rojo atrayendo sedentarios y curiosos. Barato, ¡ándele! Por su parte, las dos televisoras mandonas del país se asocian para vender conexiones inalámbricas de voz que parecen satisfacer esa voraz necesidad del humano de estar enlazado en todo lugar y en todo tiempo. Buenos negocios, Entretenimiento y Comunicación.

Los perros comenzaron a ladrar más claro. Hay varios que quieren ser presidente. Ya se están mordiendo unos a otros. Se trata de tomar el poder. El país no les importa. Si a usted, lector, le importa México, haga lo correcto. Si no le importa, pues tiene un gran incentivo: si hace mal, muy probablemente nadie lo castigue en esta república mexicana, menos si es político. Político es un ente dedicado a la mentira y a comer caca sonriendo, aparte de otras cosas que se dicen innombrables (autosic). Ahí están, a la vista, se les ve claro. Sus hechos delatan su calaña; mejor dicho, sus no-hechos, pues nada hacen que valga la pena. Solamente que a nosotros los simples terrestres nos corresponde mantenerlos. ¡Échele ganas mi amigo y amiga! Su diputado y senador necesita otro carrito nuevo, choferes y mozos que los lleven al chiquero donde se reúnen -a veces-, para pelear y/o dormir siempre. Viene a colación la sentencia pronunciada en estos días frente a una de las cámaras del legislativo por López Obrador: “la reforma a la ley del trabajo NO PASARÁ”. Ya ven, diosito es conservador aunque se siente a la izquierda.

La tierra se mueve y se mueve. 9 grados Richter y en cinco minutos murieron miles de personas en Japón. Las consecuencias siguen. Reactores nucleares en zonas sísmicas no son siempre una buena idea. La furia de los átomos divididos -¡vaya ironía!- cobra facturas caras, prolongadas y muy dolorosas. Oremos por el pueblo japonés.

El FBI gringo ya inició la desclasificación y exhibición de archivos sobre asuntos extraterrestres. El diario The Washington Post publicó recientemente una nota donde se describe parte de un comunicado enviado en 1950 al entonces director de la oficina federal de investigaciones, Edgar Hoover. Ese escrito menciona directamente –aunque la censura oculta su nombre-, a un oficial de la fuerza aérea estadounidense confesando el hecho de una recuperación de supuestas naves con seres de 90 centímetros de altura dentro de ellas; un accidente causado, según se creyó, por la radiación electromagnética de un sistema de radar poderoso operado por los militares en el estado de -¡adivinó usted!, Nuevo Mexico. Esta publicación de la pretendida desclasificación coincidió, también por accidente -¡claro!, con la feroz batalla librada en estos días por el sufrido Barak Obama contra los republicanos del congreso. Ellos aferrados a derogar la ley de salud del presidente a cambio de aprobarle el presupuesto. Pero ya dijo Obama –aunque a micrófono cerrado- , que no es estúpido. Con todo, los problemas son grandes en el mundo. La tierra agrietándose, la radiación letal escapando de su cautiverio, África y medio oriente quemándose, México desangrándose para quedar bien con EUA, etcétera, etcétera, etcétera. Bien valdría la pena que la próxima guerra fuera contra seres extraterrestres, ¿verdad? Servirá para probar los trajes de invisibilidad –en México se dice imbecilidad-, los rayos feisers (también en México se dice así y, a lo mejor a los zetas –estos sí son de México.

Usted lector, no se amargue. Siga su vida como si nada. Ruegue por un poco de ataraxia, jejeje.