miércoles, 23 de marzo de 2011

Nombres, pelos y señales Los demonios ya andan sueltos (Otra vez)

Por: Profr. J. David Parra M.
Profr. J. David Parra M.
Los demonios ya andan sueltos (Otra vez)
Lo malo de los políticos es que te invitan a subirte al tren sin querer decirte hacia dónde va. La demagogia se impone al sentido común, y las masas se mueven de manera irresponsable, en un estado de ingenuidad transitiva, donde las soluciones espontáneas, mágicas, son posibles en el plano de la ilusión y los desenlaces son muy distintos a las promesas.
Se forman organizaciones democráticas que pretenden funcionar bajo un concepto de disciplina militar, ofrecen paz y tranquilidad fundados en una justicia utópica que son incapaces de defender y que ni en el cielo existe.
Los demonios ya andan sueltos de nueva cuenta y vienen por tu voto, diciéndose los pacíficos, reputándose  como réplicas contemporáneas de Jesús el Nazareno, afirmando tener sus manitas limpias, diciéndose renovados al tiempo que se tropiezan con sus escamosas colas, mientras que la realidad y sus instituciones se mantienen intactas en sus mañas, desenfrenos y contradicciones. 
Anuncia AMLO a su MORENA. (Movimiento de restauración Nacional)
¿A poco algo habrá cambiado en el entramado institucional como para que Andrés Manuel vuelva a las urnas y no lo vuelvan a fraudear como muchos estamos convencidos que sucedió en 2006?, ¿Por qué vuelve a la cancha jugando con los mismos árbitros que lo empinaron en aquella ocasión? Ahora vende la idea de que está armando una estructura sólida que defenderá la elección, admitiendo así que su pataleo se dio a sabiendas de que el 46 por ciento de las casillas en dicha elección no tuvieron representante del PRD y que por lo mismo, al no tener la evidencia de las actas de las casillas, no podía comprobar sus afirmaciones. Y aún así fuimos testigos de un milagro estadístico que ni la virgen MORENA, a la cual recurre esperando un milagro ahora el tabasqueño, podía haber provocado. Menudo susto se llevaron los cara dura que decretaron ganador al actual Presidente, -por cierto, representante de los pacíficos que provocaron el más grande baño de sangre en este país en los trágicos casi ya cinco años de peor gobierno- al tener que arreglar con apuros quinientos mil votos para obtener medio punto porcentual a la carta del régimen del cambio.
Esta reedición de la remolona insistencia de Cuahutémoc Cárdenas -quien ganara en su primer round la elección en la que se impuso a Carlos Salinas en 1998 de igual manera que a Calderón hace cuatro años hiciera el pejesaurio- y perdiera sucesivamente sus nuevas postulaciones, para después diluirse  y que de igual manera que el peje dejara ir la oportunidad histórica de obligar al respeto al voto ciudadano que les diera la Presidencia, -al abstenerse de cobrarle la cuota de sangre al régimen impidiendo la toma de posesión de ambos personajes impuestos-, le quita la autoridad moral para regresar a hacer el mismo papel de lloriqueos y pataletas que tanta pena nos causara a quienes en su momento le apoyaramos sin pedir un centavo a cambio, una posición política siquiera, cuando no alcanzó a comprobar sus impugnaciones con pruebas propias por el abandono de las casillas que a final de cuentas  lo hundiera.
No dudo que Andrés hubiese sido mejor Presidente que el que ahora padecemos estoícamente los mexicanos, pero la dignidad obliga y la insistencia a participar en 2012 de nueva cuenta no es opción para el peje después de su claudicación. Le guste o no él fue parte de la legitimación de Calderón y su discurso ahora, es demagogia pura. La única vía para lograr el poder en México para la oposición izquierdoza en México es arrebatando el poder, por que por medio de los mal cuidados y abandonados votos no se va a poder y López Obrador lo sabe. Es de preguntarse entonces, ¿Hacia dónde irá el ahora moreno tren?
Por cierto, a los que si llevó el tren anterior a buen puerto, fue a Patricia Patiño, Javier Lamarque y su brillante operador en la ejecución del abandono de las urnas en la pasada elección Presidencial, un tal Julio Navarro, a quienes se les acomodó en el gobierno de Marcelo Ebrard en recompensa por su excelente trabajo de bloqueo y el abandono del 46% de las urnas en la entidad. Navarro aseguró tres días antes de la elección tener designado el 100% de los representantes hasta en el último rincón de la entidad, haberlos capacitado a todos y estar más que listo para defender los votos de la elección. Que se lo pregunten a Alfonso Durazo o a Nacho Cabrera, quienes recibieron el parte de parte de la Diputada más priísta de esos tiempos, la encantadora Patricia Patiño.
Nunca lo entendimos, nunca entendimos que fue lo que sucedió en Sonora; nunca nos alcanzamos a enterar como es que los presuntos vendedores de peje al pastor resultaron premiados, pero ahí vienen de vuelta con este a buscar reclutar nuevos soldados para su causa. Por lo menos esperemos que alguno de ellos se entere hacia dónde los llevan y corran la voz, para que tengan idea de que se trata.

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