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| Por: Ing. Josè Benìtez Yànez |
Cuando los hombres de la iglesia piensan que no pueden someter sus pensamientos lujuriosos, me quedo con la idea que la publicidad a la que hemos estado sometidos ha logrado cambiar nuestra sociedad; los publicistas han logrado que su libreto haya sido asimilado ampliamente por los hombres de esta nación sin importar sus creencias, es constante el bombardeo visual para comercializar productos donde una mujer bonita y con poca ropa es parte del anuncio; las mujeres normales que no son artistas de televisión ni modelos de comerciales sufren de este acoso que los hombres de todas las edades suelen hacer con respecto a la figura y belleza de la mujer ampliamente publicitada en las imágenes, muchas mujeres se molestan ante las miradas y ya no digamos los ruidos que suelen hacer los hombres ante el paso de las damas, acaba de ocurrir una marcha de las muchas que ha habido en semanas recientes en el país, esta se llamó la ¨Marcha de las Putas¨ como protesta contra la violencia sexual, las mujeres están exigiendo respeto.
El primer defensor de las mujeres hace casi dos mil años, en una serie de discursos que pronunció ante miles de sus seguidores, una de sus mas celebres frases fue Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.(mateo 5:28); Jesucristo no penaliza el mirar a la mujer sino el desearla, con ello contradice toda la cultura establecida por los hombres, especialmente las culturas occidentales porque los hombres de las culturas indígenas ni se tibian ante la piel expuesta de la mujer, México es un mosaico de culturas donde en algunas regiones la mujer no es considerada como una persona sino como un objeto para uso y placer de los hombres, los españoles nos heredaron el pensamiento árabe de muchas mujeres en el harén y eso subyace en el subconsciente de cada hombre mexicano o latino, desde la conquista existen las madres solteras, mujeres que fueron tomadas por los españoles para satisfacer sus mas primarios instintos sexuales, la mujer en cada época y región no solo ha sido tomada para placer sexual sino de muy diversas formas: como esclava y como criada, y los hombres han llegado al grado de culparlas de provocarles a pensamientos de lascivias, Jesucristo no culpó a las mujeres sino a los hombres, que son quienes voluntariamente las desean, pero en México gobierna el espíritu lujurioso que justifica todo, hay una verdadera adolescencia de valores justos y correctos en la conciencia colectiva.
Si hablamos de hombría tenemos que tomar ejemplos correctos, muchos cristianos que la riegan se comparan con el rey David, dicen que tienen un corazón conforme al de Dios pero que tienen las mismas debilidades del rey David; el problema es que toman el ejemplo incorrecto al compararse con el rey David, al rey David lo venció la ociosidad, se subió a la terraza de su casa y miro los alrededores mientras su ejército estaba en una guerra, David debía estar en la batalla dirigiendo su ejército, pero ese día el aburrimiento (esto no lo dice la Biblia, lo conjeturo yo) lo llevo a la terraza de su casa y observo a Betzabe desnuda y la deseo a tal grado que le mando a sus criados que la trajesen a su presencia y el rey la embarazo, el problema es que Betzbe estaba casada con Urías, un fiel guerrero del rey David que en ese momento estaba en el frente de batalla donde debía estar el rey David, para tapar su trasgresión el rey David comete varias pecados, miente, y manda a la muerte a Urías para que no se entere que le habían puesto los cuernos. El hombre que pasó a la historia por haber vencido al gigante Goliat, no pudo vencer la lujuria.
Es necesario tomar los ejemplos más correctos, los cuales por supuesto son pocos, uno de ellos es José, uno de los hijos más chicos de Jacob (Génesis 39, 40), el fue a parar como esclavo a Egipto, mientras era esclavo, a la esposa de su amo se le antojo querer tener relaciones con José, después del asedio cotidiano de la señora, las cosas llegaron a un punto que José no pudo seguir tolerando y salió huyendo, en el forcejeo la señora se quedo con la túnica de José, y fue a dar a la cárcel, la historia termina con un José ocupando un puesto bastante alto en la política de Egipto, fue quien administro la crisis egipcia de los siete años de vacas flacas, en la jerarquía de mando sobre José solo estaba el Faraón.
Jesucristo en si mismo es un ejemplo de hombría máxima venció las tentaciones a las que fue expuesto, y confrontó los valores culturales de su época cuando la religión oficial justificaba la inmoralidad de los hombres, ahora no solo las mujeres son víctimas de acoso, la periodista Lidia Cacho ha escrito varios libros donde denuncia la pederastia, ahora son niños y niñas las víctimas de acoso sexual, es tiempo de poner un límite a este desorden social que propicia inseguridad.
Somos un país con 89.7% de católicos y 7.6% de cristianos, esto nos da un 97.3% de seguidores de Jesucristo, los cristianos de todos los colores y sabores se supone hemos conseguido el favor de Dios y por lo mismo tenemos las fuerzas internas para derrotar las pasiones desordenadas que nos quieren gobernar, el problema no son las mujeres sino lo que los hombres piensan y producen, Jesucristo tiene la razón, podemos controlar lo que pensamos, para lograrlo tenemos que fortalecer los músculos de la voluntad. Hasta la próxima
José Benítez, es Ing. Ind. Electr. por el ITH desde 1985. Columnista y escritor amateur desde 2004. Email:josebenitezyanez@yahoo.com.mx
